El grupo Igoid, dirigido por la Dra. Leonor Gallardo, es un grupo dedicado a al I+D en Gestión Deportiva y salud. Nuestro objetivo es avanzar en el diseño, mantenimiento y explotación de instalaciones deportivas. Así como evaluar sus características enfocadas a la mejora de la salud y la satisfacción en usuarios y trabajadores.

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miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Por qué no se juega a las 2 de la mañana? (I)


La dispersión de los horarios en el fútbol amenaza un progresivo desinterés por nuestro producto más valioso
 

Dr. Pablo Burillo Naranjo (pburillo@ucjc.edu; @pabloburillo). Profesor de Gestión Deportiva en la Universidad Camilo José Cela.

 
Semana tras semana escuchamos una misma canción que se está convirtiendo en familiar, aunque sea una queja velada a nuestro fútbol: “Termina la jornada liguera con el partido del lunes… un partido jugado sin demasiada trascendencia y con pocos aficionados en las gradas…”.

En la comida, un compañero, abonado del Rayo, comenta: “Anoche no fui al partido por el horario. Cuando yo retiré el abono de esta temporada, no pensaba que íbamos a jugar tantos viernes y lunes.”. “Probablemente, el año que viene no se  abone…”, pienso yo. A la conclusión del partido, el entrenador del Rayo, Paco Jémez, declara: “Jugar los lunes y los viernes nos está matando”. Disputadas 16 jornadas de Liga BBVA, el Rayo Vallecano ha jugado un tercio de las mismas en viernes o lunes. Y las que le quedan (…jugará el próximo jueves, laborable, a las 20:00).

 Pero de estas palabras, que pueden sonar como excusas para muchos, haciendo una reflexión más profunda podemos relacionarlas otras contrariedades que vemos en nuestro fútbol: estadios vacío, equipos sin patrocinador en la camiseta, desequilibrio en el balance competitivo, deudas con la seguridad social, etc. Todo para llegar a pensar si: ¿Nos estaremos cargando poco a poco nuestra querida Liga de las Estrellas?

Seamos meridianamente claros. Independientemente de que tengamos amor por unos u otros colores cercanos a nuestra tierra de procedencia, lo que realmente interesa a la inmensa mayoría son los dos grandes equipos, Real Madrid y FC Barcelona. Tanto monta, monta tanto…

De acuerdo. Pero esto no es definitivo. La Liga española, hoy Liga BBVA, es un Producto conjunto y complejo (utilizando los términos de marketing deportivo, tan en boga actualmente), de mucho más que dos partidos cada jornada. Aunque a muchos le parezca lo del párrafo anterior totalmente cierto, simplificar las jornadas de liga a 2 partidos es como si en baloncesto nos saltamos los 3 primeros cuartos (porque lo interesante es el último cuarto), empezamos la competición desde los play-off, o solamente jugamos un partido de tenis a un set y tie-break. Nuestro Producto es mucho más, y por ello debemos explotarlo convenientemente.

Haciendo valer la hipótesis del desinterés progresivo de la Liga (reducido a 2 partidos), la dispersión de las jornadas en 10 horarios diferentes y 4 días puede que suponga la puntilla a nuestra competición. No es el único argumento que haya causado el desgaste y desinterés, ya que existen otros factores colaterales, y será mayor cuando falten los que ahora sostienen el ruido mediático como Messi, Ronaldo o Mourinho. Pero este desconcierto de días y horarios, que de forma intermitente van desde la noche del viernes, la tarde-noche del sábado, la mañana del domingo, la tarde-noche del domingo y la noche del lunes, puede llegar a ser tan perjudicial como lo es el desequilibrio sistemático en el balance competitivo de FC Barcelona y Real Madrid sobre el resto: saber quién va a ganar un partido no es interesante, como tampoco lo es jugar sabiendo ya de antemano que han hecho el resto de equipos con lo peligroso que es para la salud de la competición si el resultado del partido ya no tiene consecuencias en la competición de esa jornada. La dispersión de horarios en estas primeras jornadas ligueras no hace está suposición tan probable pero lo es, y más adelante se convertirá en una forma sutil y legal de adulterar la competición.

Y es que vender a los aficionados que es necesario este reparto porque el producto se vende en China, en Japón o en Estados Unidos, nos lleva a poder pensar que entonces ¿Por qué no se juega a partir de las 2 de la mañana, si es la franja prime-time en Brasil o Argentina (países muy futboleros) o Estados Unidos (país con gran poder económico)? Vamos, que mientras los datos sobre la dispersión de partidos en diferentes horarios no nos ofrezcan un verdadero retorno objetivo… no cuela.

Además, que exista un partido simultáneo entre equipos pequeños o menores (en términos mediáticos, que no despectivos) será interesante si lo sumamos en un carrusel de toda una tarde de fútbol. Un modelo de competición en donde varios partidos de equipos poco mediáticos sean equilibrados y se disputen paralelamente para rivalizar por saber quién dormirá cerca de las plazas europeas, o quién pasará una mala noche en el temido hoyo del descenso. En nuestra Liga, ya queda bastante lejos lo que los propios aficionados, jugadores, técnicos, directivos, periodistas, agentes, federativos, etc.  comentaban en el descanso o al finalizar el encuentro “¿Qué va haciendo Fulanito?” , esperando una respuesta que les alivie, engorde o despeje las dudas del partido que están presenciando. Sin duda, este retrato, tan común para muchos de nosotros, es sinónimo de un apreciado interés. Un interés por la Competición, por el Deporte, por el Producto. Un interés que se pierde con las jornadas de 74 horas que transcurren entre el primer partido del viernes (del que nadie se acuerda) y del último del lunes (el que todo el mundo olvida).

Dejo estar reflexión…

¿Hacia dónde vamos?...

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