El grupo Igoid, dirigido por la Dra. Leonor Gallardo, es un grupo dedicado a al I+D en Gestión Deportiva y salud. Nuestro objetivo es avanzar en el diseño, mantenimiento y explotación de instalaciones deportivas. Así como evaluar sus características enfocadas a la mejora de la salud y la satisfacción en usuarios y trabajadores.

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martes, 15 de enero de 2013

¿Por qué no se juega a las 2 de la mañana? (y II)

Dr. Pablo Burillo Naranjo (pburillo@ucjc.edu; @pabloburillo). Profesor de Gestión Deportiva en la Universidad Camilo José Cela.

…¿Hacia dónde vamos?

No podemos rehuir de este tema. Existe un grave problema de gestión en fútbol español que todo el mundo puede identificar: por un lado están los intereses de los aficionados, abonados y socios de los equipos; por otro lado los de los organizadores (LFP) y explotadores de los derechos de la competición (principalmente los comunicadores audiovisuales). Los primeros pagan, se abonan y consumen este Producto, esencialmente por ver jugar a su equipo los domingos (o como mucho algún que otro sábado). Los segundos pagan, explotan y difunden el Producto para cubrir sus inversiones y maximizar sus beneficios, por lo que confieren 10 horarios distintos en 4 días para los 10 partidos de cada jornada liguera. En medio, los clubes y jugadores, que por una lado entienden a su gente (aquella que les apoya y los sostiene), pero por el otro, no tienen más remedio que venderse al que les ayude a salir de la insolvencia generalizada en la que viven la mayoría de estas entidades deportivas profesionales.

Esta es una lucha de poder donde actualmente lleva la partida ganada el que más dinero pone sobre la mesa (de momento los segundos, pero ya veremos cuanto aguantan…). Muchos clubes consideran que el actual reparto económico por la explotación de la competición es injusto; otro no tanto… Algunos consideran que la distribución de horarios beneficia la imagen de la competición fuera de nuestro país, mientras que otros se siente muy perjudicados por jugar jornada tras jornada un día diferente (sobre todo viernes y lunes).

Pero analizando este “desconcierto de horarios”, encontramos que también perjudica directamente al propio deporte, al fútbol modesto. Ese fútbol regional, base de la pirámide sobre la que se asientan nuestros clubes profesionales. El fútbol amateur, con infinidad de licencias deportivas (el 90% del total del fútbol), siempre va por detrás y a remolque, sin apenas ayuda, intentando sobrevivir al empacho del fútbol mediático. Un ejemplo claro. Que el Málaga CF juegue a una hora peculiar como un sábado a las 16:00 (jornada 10), no solo afecta positiva/negativamente al propio Málaga y a su rival; sino que también condiciona al fútbol comarcal de su entorno, regional o de base, que para tener una entrada digna a sus encuentros, realizan infinitos malabares para no coincidir con los grandes, ya que los ingresos del día de partido (matchday para los mediáticos) es casi su única fuente de supervivencia o financiación.

No obstante, todos juntos, clubes, aficionados y organizadores tienen también tienen intereses comunes: la sostenibilidad del Producto como principal vía para la rentabilidad. Nadie quiere que el Producto (Liga Española de Fútbol) pierda valor.

Si la Liga pierde interés para los aficionados…, o para los operadores de TV… ¿Quién no es capaz de asegurar que este abandono local cambiará el formato radicalmente para que la Liga española se dispute entre semana y se avance hacia una Liga europea en fines de semana como ocurre con el balonmano?

Algunos verán el declive de la Liga española como la oportunidad de la tan esperada Liga europea regular. A los españoles nos puede parecer mucho más atractiva esta idea (incluso puede que convenzamos a nuestros vecinos italianos), pero intuyo que esto es solo una quimera para ingleses y alemanes, profundamente orgullosos de sus campeonatos de fútbol, ya centenarios, con jornadas donde los horarios simultáneos y razonables es la tónica habitual… ¡¡Y les va de maravilla!!

Sin embargo todo tiene pinta de seguir un camino tortuoso hacia el abandono y el desinterés mediático si no hacemos nada por remediarlo. La pérdida de aficionados que no pueden ir a ciertos días de partido, sobre todo la afición rival causando estadios prácticamente vacíos (independientemente del precio de las entradas, que eso daría para un tema aparte), el cabreo de los abonados que retiran su carné a principio de temporada esperando poder asistir para que luego se jueguen partidos viernes, sábados, domingos o lunes a horas inverosímiles, el sentimiento de injusticia de aquellos clubes que les obligan a jugar esos días poco amables mientras que otros clubes son intocables, los equipos sin patrocinador puesto que las empresas no ven un retorno claro con su publicidad en la camiseta para la liga (ya que se da por bueno que en la Liga sólo importa el partido contra Real Madrid o Barça) y la crisis que agudiza a todo el país (también a los dueños de los derechos de explotación audiovisual) nos llevan a callejones sin salida. Hoy, en la Liga BBVA, los clubes ceden sus derechos al explotador audiovisual a cambio de un suculento bocado, que de seguir esta decadencia, cada día se irá convirtiendo más y más en “el chocolate del loro”…

¿Hasta cuándo podremos seguir vendiendo La Liga de las Estrellas?

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