
Dr. José Luis Felipe
Universidad
Europea de Madrid
@joseluis_felipe
El pasado lunes 15 de marzo,
durante el maratón de Boston, un atentado terrorista mata a 3 personas y deja
176 heridos. Muchos han sido los atentados que ha sufrido el mundo del deporte
a lo largo de los años. En Atlanta ‘96, una mujer es asesinada y otros 111
resultan heridos. En Múnich ’72, el grupo terrorista “Septiembre Negro”
secuestra y asesina a 11 deportistas israelíes.
Posiblemente, la más parecida, y quizá la menos recordada, fue el
atentado en la maratón de Sri Lanka en 2008, donde 13 personas fallecieron y
108 fueron heridas. En pocos sectores de la sociedad se puede ver una respuesta
similar a la que ofrece el mundo del deporte ante cualquier ataque contra sus
principios fundamentales de unidad y juego limpio.

Así, la siguiente pregunta se
antoja necesaria, ya que el próximo domingo 28 de abril, Madrid se viste de
gala para recibir a corredores de todo el mundo. ¿Cómo afectará el atentado de
Boston a la Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón? ¿Efecto llamada o efecto espantada?
Lo que está claro es que un acontecimiento como el del atentado de Boston no
puede pasar inadvertido. Para bien o para mal.
Afortunadamente, y con los datos
en la mano, el Rock ’n’ Roll Madrid Maratón cuadruplica el número de inscripciones
tras el trágico suceso del pasado lunes 15 de abril. Tres días antes del
atentado se habían registrado 25 inscripciones, dos días antes 70, un día antes
85. Tras este suceso, se registraron 153 personas. Efecto llamada. Efecto
mariposa. No hay amedrentamiento posible. Los organizadores aseguran que la
seguridad está más que garantizada, y es que no se pueden poner el juego los
más de 11 millones de euros de impacto económico que se calculan que genera
este maratón.
Además, el mundo del deporte se
levanta rápidamente frente a este tipo de obstáculos. Ya empezó a hacerlo en
Londres. Acabará de hacerlo en Madrid. Y como dijo Barack Obama tras el
atentado: “Boston volverá a correr”.
Madrid lo hará el domingo.